Los beneficios de su siembra


La experiencia de San Lorenzo ha venido a demostrar también que no es necesario esperar cientos de años para disfrutar de los beneficios de la siembra de arbolitos de guayacán real.

El guayacán real ha demostrado ser, desde su más joven edad, una planta de gran belleza, consecuentemente, de gran beneficio ornamental.  Las formas que desarrollan los arbolitos son muy variadas; realmente es muy placentero ver cómo se van desarrollando, diferenciándose unos de otros. 

Durante la estación seca, cuando los árboles de muchas otras especies del Bosque Tropical Seco pierden sus hojas, y el entorno toma un aspecto muy árido, el gran verdor del follaje de los guayacanes reales se convierte también en un atractivo, y en un hermoso contraste.

 

Es un arbolito cuyo cuido realmente entretiene y brinda satisfacción.  Su floración, se convierte realmente en un premio al esfuerzo de su siembra y cuido!

Floración del guayacán real.

Dado su lento crecimiento, es un arbolito que se puede mantener en maceta por bastantes años, antes de pensar en sembrarlo en un sitio adecuado para que pueda desarrollarse.

Cuando los guayacanes reales son pequeños, el aspecto del tronco es “corchoso”, y, sus tiernas hojas se cierran, “se duermen” al anochecer, abriéndose nuevamente a la mañana siguiente.  Conforme va creciendo, la textura del tronco va cambiando, dejando de ser corchosa, y, ¡las hojitas ya no se duermen en la noche!

El follaje del árbol es muy hermoso, y la floración, con los años, va siendo cada vez más espectacular. Si bien el árbol no pierde las hojas, las flores llegan a cubrirlas en forma importante.

La siembra de guayacanes reales conlleva otro beneficio: el poder apreciar las abejas nativas disfrutando de su floración.

Aspecto “corchoso” del arbolito de guayacán real pequeño.

Las hojas del arbolito de guayacán real “durmiendo” de noche… 

Las hojas tiernas del guayacán real comenzando a abrir (despertar) en las primeras horas de la mañana.

Aspecto de los nuevos brotes del guayacán real.

Vista de la copa de un árbol de guayacán real adulto en flor.

Abeja mariola (Tetragonisca angustula) visitando flor del guayacán real.

La siembra de guayacanes reales conlleva otro beneficio: el poder apreciar las abejas nativas disfrutando de su floración.

Mariolas visitando flores de guayacán real.

Apis y mariolas visitando flores de guayacán real en el Bulevar de los Guayacanes Reales de San Lorenzo.

Las primeras floraciones de árboles de guayacán real en San Lorenzo se dieron en el año 2001, con árboles que tenían escasamente 9 años de edad.  Para el año 2009 se registró una floración generalizada en los guayacanes reales del proyecto, ofreciendo un espectáculo impresionante.  Lamentablemente, en años más recientes, las floraciones han ido siendo cada vez más irregulares.

Prácticamente la totalidad de los árboles de guayacán real que se han sembrado en San Lorenzo tienen un mismo origen: el célebre MAGÓN.  ¡En San Lorenzo hemos acogido, sembrado, y protegido, los hijos de un árbol multi-centenario!

MAGÓN, el guayacán real multi centenario de Bahía Salinas, cuyos hijos han sido sembrados en el Proyecto Guayacán Real, en la Finca San Lorenzo.