Bulevar de los guayacanes reales del Proyecto Guayacán Real en la Finca San Lorenzo


Guayacán Real es el nombre de una extraordinaria y célebre especie forestal en peligro de extinción.   También es el nombre de un proyecto pionero, de restauración ecológica y soporte a la biodiversidad, cuyos objetivos incluyen el contribuir a evitar la extinción de esta especie forestal. 

Bienvenido a este sitio web, en el cual te contamos de ambos temas.

Guayacán Real; la especie forestal


El guayacán real, cuyo nombre científico es Guaiacum sanctum, es una extraordinaria especie forestal declarada oficialmente en Costa Rica en peligro de extinción (Decreto Ejecutivo No. 25700-MINAE, Enero 1997). 

Se trata de la especie forestal más célebre, tanto del Bosque Tropical Seco, como de la Cuenca del Mar Caribe, de las cuales es nativa, y donde su población se encuentra actualmente severamente disminuida.

El guayacán real, o lignum-vitae, tal como se le conoce popularmente en el idioma inglés, comenzó a irrumpir en el escenario mundial a partir de finales del siglo XV, luego de la llegada de Cristóbal Colón a las islas del Mar Caribe. 

Para cuando los españoles llegaron a América, el guayacán real se encontraba en abundancia en las islas caribeñas, y el uso rutinario de esta madera, así como de la resina aceitosa que contiene, llamada el guayacol, formaban parte de la cultura indígena encontrada.


Flor de guayacán real siendo visitada por una abeja nativa de la especie mariola (Tetragonisca angustula).

Muestras de la madera de guayacán real fueron llevadas de regreso a España, donde rápidamente se despertó un gran interés en ella, dadas sus magníficas características mecánicas y del potencial del guayacol, al cual se le atribuyeron propiedades medicinales.

El guayacán real se convirtió así en uno de los primeros “productos de exportación” de América a Europa.  Los siguientes cinco siglos registraron una intensa comercialización internacional, llegando a ser, por su extraordinario valor, la única madera que se comercializaba por peso, y no por volumen, como todas las demás especies forestales.

La madera del guayacán real demostró ser el material idóneo para una amplia gama de aplicaciones que surgieron con el paso del tiempo, dadas sus excelentes características: altísima dureza; gran belleza; muy pesada, resistente y duradera; y, auto lubricada.  Asimismo, por siglos el guayacol fue altamente demandado dadas las propiedades medicinales que se le atribuían.


Los rodamientos de los ejes de los barcos que surcaban todos los mares del mundo; los rodamientos y demás piezas vitales en centrales hidroeléctricas; los durmientes del ferrocarril del Canal de Panamá; los aislantes para el tendido eléctrico en la ciudad de San Francisco en California; los batones de los policías en Gran Bretaña, las piezas de relojes de precisión fabricados en Inglaterra; y, por muchos años, los bolos de boliche; todos tenían un elemento en común:  eran fabricados con madera de guayacán real.

Esta gran demanda internacional por la madera del guayacán real, que alcanzó niveles de sobreexplotación, aunada a la lentísima tasa de crecimiento de esta especie, diezmaron la cantidad de ejemplares, llegando a desaparecer por completo en regiones donde antiguamente era abundante. 

Avanzado el siglo XX, la escasez de madera de guayacán real y el desarrollo de las industrias metal mecánica y farmacéutica, fueron los factores que finalmente pusieron freno a siglos de desmedida demanda por esta extraordinaria especie forestal.

En fechas recientes, el guayacán real se ha convertido en un ícono de la conservación ambiental y de la lucha por evitar la extinción de valiosas especies forestales.  La existencia de artesanías, hechas a partir de madera de guayacán real, se ha convertido prácticamente en la única forma de poder conocer esta madera.  Al día de hoy, las industrias de farmacia y de cosméticos continúan mostrando interés en el guayacol.

En la actualidad, la comercialización internacional de la madera de guayacán real está controlada y restringida, al estar incluida dentro del Apéndice II del CITES (CONVENCIÓN SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES).

Calidad en madera de artesanías del Guayacan Real:

Guayacán Real; el proyecto


Guayacán Real es también el nombre de un proyecto pionero de restauración ecológica, y soporte a la biodiversidad, iniciado en el año 1991, cuyos objetivos incluyen el contribuir a evitar la extinción de la especie forestal del guayacán real (Guaiacum sanctum – Lignum vitae), dentro de un marco integral de:

  • Restauración ecológica
  • Soporte a la biodiversidad
  • Contribución a evitar la extinción de otras valiosas especies, también pertenecientes al Bosque Tropical Seco, tanto de flora como de fauna

El Bulevar de los Guayacanes Reales en la Finca San Lorenzo.

La especie forestal del guayacán real ha venido a ser la columna vertebral y la especie emblemática de esta valiosa y pionera iniciativa ambiental, que se ha venido desarrollando desde hace más de tres décadas en la Finca San Lorenzo, localizada a un kilómetro de la costa de Bahía Salinas, en el Pacífico Norte de Costa Rica; cantón de La Cruz, provincia de Guanacaste. 

El punto de partida del proyecto fue un antiguo potrero, de 14 hectáreas de extensión, dedicado por décadas a la ganadería extensiva.  Para entonces, sus degradados suelos eran sometidos anualmente a un régimen de quemas, con el objetivo de que sólo una única especie de pastos naciera ahí.  La propiedad albergaba tan sólo unos pocos árboles.

Aspecto típico de las fincas ganaderas en la provincia de Guanacaste.

Al día de hoy, la realidad ecológica del área que aloja al proyecto es radicalmente superior, gracias a los resultados de los distintos programas que se han implementado a lo largo de estas primeras tres décadas.  Estos programas son:

Arbolitos en vivero, a la espera de alcanzar el tamaño adecuado para ser sembrados en el terreno.

1

El programa de eco-reforestación.

Por medio de este programa se han sembrado en el proyecto miles de árboles, arbustos y plantas, de diversidad de especies nativas propias del Bosque Tropical Seco; algunas de ellas también en riesgo de extinción o con poblaciones muy reducidas. 

Este programa ha representado un reto a la perseverancia, luchando contra diversas adversidades, al tener que iniciar en un ambiente realmente inhóspito, y tener que enfrentar recurrentemente el fenómeno climatológico de El Niño, con las severas sequías asociadas a él.  Ha sido una experiencia muy rica tanto en logros como en enseñanzas.

2

El programa de siembra de guayacanes reales.

Por medio de este programa se han sembrado y cuidado, a lo largo de tres décadas, más de 1000 árboles de guayacán real, algunos de los cuales ya superan los 4 metros de altura y los 20 cm de diámetro en su base.  Actualmente mantenemos en vivero varios cientos de pequeños arbolitos de guayacán real, a la espera de que estos alcancen el tamaño adecuado para poder ser sembrados.

Arbolitos de guayacán real (hijos de MAGÓN), en vivero, esperando tener el tamaño adecuado para ser sembrados en San Lorenzo.

3

El programa de custodia de MAGÓN.

Por medio de este programa se ha querido honrar y custodiar este célebre y extraordinario ser viviente para esta y las futuras generaciones.  MAGÓN es el árbol insignia del proyecto, y el ícono de nuestro esfuerzo por evitar la extinción del guayacán real. 

MAGÓN es el nombre que hemos dado a un guayacán real, localizado dentro del área del proyecto, cuya edad es de muchos siglos.  Se trata, sin duda alguna, de uno de los guayacanes reales con más edad que existen, y que, desde la colina donde se encuentra, ha sido por siglos el centinela centenario de Bahía Salinas. 

Los arbolitos de guayacán real que hemos sembrado en el proyecto son, en su inmensa mayoría, hijos de MAGÓN.  ¡Qué mejor forma de valorar y honrar su legado!

4

El programa de rescate de las abejas nativas.

Por medio de este programa se está haciendo del área del proyecto, esto es, la Finca San Lorenzo, un santuario de abejas nativas.  El propósito es desarrollar un hábitat idóneo para las abejas, facilitándoles a la vez su anidación y reproducción.     

Las floraciones de los árboles sembrados en el proyecto fueron atrayendo, en forma natural, el regreso gradual de una creciente diversidad de especies de abejas nativas; tanto de las especies sociales (que viven en colonias), como de las abejas solitarias. 

Se trata de las especies de abejas que, por decenas de millones de años, han sido las responsables -en muy alto grado- de la polinización de los bosques tropicales americanos, no obstante ser su existencia desconocida para la inmensa mayoría de las personas, que suelen asociar a las abejas únicamente con la especie Apis melífera, que es una especie de abejas que fue traída desde Europa en siglos recientes.

Colonia de abejas nativas de la especie Chicopipe (Nannotrigona perilampoides), que tienen su colmena dentro de una rama de árbol de genízaro (Samanea saman).

Las abejas nativas forman parte de un patrimonio, tanto natural como cultural, dramáticamente reducido desde hace algunas décadas; particularmente a partir de la segunda mitad del siglo XX.

El libro “Abejas de Costa Rica”, publicado por la Editorial de la Universidad de Costa Rica, en el año 2021, finaliza su contenido haciendo una hermosa mención al Proyecto Guayacán Real, desarrollado en la Finca San Lorenzo, presentándolo como una iniciativa ejemplar.

La rica presencia de diversas especies de abejas nativas en el proyecto ha venido a coronar el proceso de restauración ecológica desarrollado en él.

Melipona beecheii custodiando la entrada a su colmena.

5

El programa de rescate de la Melipona beecheii.

Por medio de este programa se están emprendiendo acciones específicas para contribuir a evitar la extinción de la abeja nativa de la especie Melipona beecheii.

Dentro de las distintas especies de abejas nativas propias al Bosque Tropical Seco, hay una particularmente valiosa y célebre, cuya población actual está críticamente reducida, habiendo desaparecido en vastas regiones. Se trata de la antigua abeja sagrada de los indios mayas, cuya miel fue “moneda” de trueque y de pago de tributos.  

 

Por su gran docilidad y mansedumbre, y por el excelente sabor de su miel, las colmenas de Melipona beecheii solían colocarse en corredores y aleros en las casas, recibiendo el trato de mascotas.  Una vez al año los pobladores extraían la miel de las colmenas, y la almacenaban para utilizarla como endulzante de alimentos y bebidas a lo largo del año.

Este patrimonio cultural fue desapareciendo con la disminución de la especie y con la llegada del azúcar comercial.  En el proyecto se ha venido trabajando en evitar su extinción, sembrando especies forestales idóneas para ellas, y facilitando su anidación y reproducción.

Melipona beecheii. extrayendo polen y néctar en una flor de poro-poro (Clochospermun vitifolium) sembrado en San Lorenzo.

6

El programa de soporte a la vida silvestre y a la biodiversidad.

Por medio de este programa se están implementando acciones específicas para sustentar la vida silvestre y la biodiversidad en el área del proyecto.

Este programa se complementa con el programa de eco-reforestación, aportando un elemento adicional:  el establecimiento de una red de abrevaderos con agua fresca, localizados en puntos estratégicos, para que la fauna silvestre pueda encontrar agua en una región donde las fuentes de agua llegan a secarse por completo durante la estación seca. 

Este recurso, que ha implicado toda una inversión en infraestructura hidráulica, resulta particularmente valioso para la fauna -sobre todo- en los años de severas sequías generadas por fenómeno climatológico de  El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). 

Aves, como parte de la fauna que aprovecha los abrevaderos.

Los resultados obtenidos han sido en sumamente gratificantes:  el regreso al área del proyecto de una creciente diversidad de fauna, que enriquece el entorno en el cual se está contribuyendo a preservar el guayacán real.

Diversas especies de abejas y avispas tomando agua en los abrevaderos colocados en San Lorenzo como parte del programa de vida silvestre – biodiversidad.

¡Una creciente diversidad de fauna!

La restauración ecológica es la única esperanza que le queda a aquellas tierras que ya perdieron su cobertura forestal original, y con ello, la rica biodiversidad asociada a ella.  La experiencia en San Lorenzo ha sido tanto retadora como gratificante, y toda una fuente de enseñanzas. 

Te invitamos a recorrer las demás secciones de nuestro sitio web, para que puedas conocer más de la especie forestal del guayacán real, así como de los programas que, desde 1991, hemos venido desarrollando en la Finca San Lorenzo, en los apasionantes campos de la protección de especies del Bosque Tropical Seco en peligro de extinción, y de la restauración ecológica, que nos ha permitido transformar por completo el antiguo potrero ganadero donde iniciamos en 1991.

Asimismo, te invitamos a contactarnos y ser parte de los amigos del Proyecto Guayacán Real, en la Finca San Lorenzo.
Cordialmente,

Ing. Rodolfo González Suárez
Director Proyecto Guayacán Real

Vista general de un sector del proyecto, bajo un hermoso arcoíris.

Reconocimiento al proyecto de eco-reforestación San Lorenzo otorgado por la UNA.

Patrocinador Oficial:

El Proyecto Guayacán Real agradece a la empresa Soluciones Técnicas Ambientales, S.A. -SOLAMSA- su valioso patrocinio, el cual nos permite continuar trabajando en la restauración ecológica y en la preservación del guayacán real (Guaiacum sanctum) y de las abejas nativas.